Exantema súbito

domingo, 6 de enero de 2008

EXANTEMA SÚBITO

¿Qué otros nombres recibe el exantema súbito?

El exantema súbito también puede denominarse Roseola infantil o Sexta enfermedad.

¿Qué es el exantema súbito?

Se trata de una enfermedad causada por virus que afecta fundamentalmente a niños con edades comprendidas entre los seis meses y los tres años. Su agente más frecuente es el virus herpes humano 6 aunque también se han descrito casos causados por el virus herpes humano 7. Existen dos tipos de virus herpes humano 6: tipo A y tipo B. El 99% de los casos de roseóla se producen por el tipo B.
El reservorio del virus herpes humano 6 suele ser el adulto que ha estado en contacto con el virus. Para los cuatro años la mayoría de los niños son inmunes a dicho virus. Se transmite por la sangre y por la saliva, donde el virus queda acantonado en sujetos inmunocompetentes asintomáticos.

¿Cómo se presenta?

La clínica característica de la roseóla infantil consiste en dos o tres días de fiebre alta normalmente asociada a un buen estado general y sin sintomatología previa. Entre doce y veinticuatro horas después del cese brusco de la fiebre aparece un exantema puntiforme ampliamente diseminado y generalmente no confluente, de uno o dos días de duración.
En los casos que presentan síntomas prodrómicos estos se limitan a una mínima rinorrea clara, hiperemia conjuntival, con o sin edema palpebral, e inflamación faríngea. Puede haber alguna adenopatía cervical de pequeño tamaño y menos frecuentemente adenopatías occipitales.

¿Cómo son las lesiones que aparecen en la piel?

Las lesiones dérmicas del exantema son puntos rosas o rojos que blanquean con la presión. Aparecen primero en tronco y cuello para extenderse posteriormente a brazos, piernas y cara. Algunas de estas lesiones pueden presentar un pequeño halo blanquecino a su alrededor. Tienden a estar separadas unas de otras aunque se observan zonas de confluencia. No son pruriginosas ni aparecen vesículas o pústulas.

¿Cuál es su expresión analítica?

En la fase febril se detecta una leucocitosis. En cambio, en el período exantemático nos encontramos con una leucopenia con linfomonocitosis y neutropenia.

¿Con qué otras enfermedades podemos confundirla?

En general habría que diferenciarla de otras enfermedades exantemáticas como la rubéola, el sarampión y la escarlatina. Se produce una reacción similar en las hipersensibilidades a fármacos.
La rubeola se diferencia porque los niños presentan un período prodrómico sintomático con linfadenopatía occipital y retroauricular llamativas. La fiebre es baja y coincide en el tiempo con el exantema, el cual es coalescente. Además suele haber antecedente de exposición. Los sujetos vacunados raramente contraen la rubeola.
En el sarampión el exantema se desarrolla en el punto más alto de la fiebre y asocia tos, coriza, conjuntivitis y las características manchas de Koplick en la mucosa geniana.
La escarlatina es rara en el lactante, la fiebre y el exantema se dan a la vez y las lesiones son típicamente ásperas, en "papel de lija".
En la hipersensibilidad a fármacos el exantema es pruriginoso, morbiliforme y cede tras la supresión del fármaco.
Se han descrito procesos similares causados por enterovirus.

¿Cómo llegamos a su diagnóstico?

El diagnóstico se basa fundamentalmente en la edad, la historia clínica y los hallazgos clínicos. También por exclusión de otras causas de exantema como las anteriormente mencionadas.

¿Cuál es su tratamiento?

Al tratarse de una enfermedad benigna no se considera su tratamiento con antivirales. Debido al buen estado general que suelen presentar los pacientes tampoco son necesarias grandes medidas de tratamiento sintomático. Los niños irritables o con alguna molestia pueden beneficiarse de tratamiento con paracetamol o ibuprofeno. Es importante dar un buen aporte de líquidos sobre todo en la fase febril.

¿Y su pronóstico?

El pronóstico es excelente en la inmensa mayoría de los casos.
El exantema puede volver a repetirse, aunque no es muy frecuente.

¿Tiene alguna complicación?

Aunque infrecuentes, la infección por virus herpes humano 6 y 7 puede presentar complicaciones. De ellas la más frecuente son las convulsiones febriles durante el período pre-exantemático en la primoinfección por virus herpes humano 6. Estas convulsiones febriles no suelen revestir gravedad alguna.
Se ha descrito algún caso de afectación directa del sistema nervioso central como causante de las convulsiones. Ha habido algún caso de encefalitis y hepatitis en pacientes inmunocomprometidos.

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